SAGITARIO.

Dejamos el signo de Escorpio donde las sombras, el dolor, los miedos y aspectos ocultos de nuestra personalidad pueden ser integrados y madurados o no. Sagitario no es muy proclive a integrarlos porque para él la vida es abundancia, aventura, emprendimiento y gozo.

Sagitario tiene una naturaleza optimista y alegre, por eso capta la abundancia de la vida. Es un gran idealista y se cree poseedor de la verdad, de hecho, intenta “convertir” a los demás. Vive desde un ideal, cree que comprende, pero vive consigo mismo a partir de ese ideal. Por tanto, hay un cambio energético importante de un signo a otro.

Sagitario tiene que integrar el anterior paso de Escorpio porque si no, no logrará la madurez y una comprensión profunda de la vida.        Esta energía da personas a las que les encanta viajar, hacer deporte, estar en la naturaleza, con los animales (especialmente los caballos), reunirse con amigos, poner en práctica sus ideas y disfrutar de la vida con todo ello. Su nivel ideológico es tan grande que a veces no se dan cuenta de lo que realmente está pasando.

Un arquetipo de Sagitario es el misionero que lo deja todo y se va a África a convertir al cristianismo a los habitantes de alguna tribu poligámica y a manifestar allí sus ideas. Es un signo que da mucho misticismo, espiritualidad y fuertes creencias. El aventurero, el maestro, el legislador y el terapeuta son otros arquetipos de Sagitario.

La tendencia natural de Sagitario por su regente Júpiter, es a la expansión, el crecimiento y hasta la exageración, por este motivo pueden pasar de su alegría característica a la depresión más dramática resultando teatral. Por lo general, son personas respetuosas con las reglas sociales, con un comportamiento sereno y honesto, siempre buscando ambientes confortables y seguros. Sólo el mapa natal puede revelar las características más precisas de cada uno.

Lola Juan