Quirón en Aries

La próxima ronda zodiacal la voy a dedicar a Quirón.

Quirón no es un signo ni un planeta, es un asteroide de gran importancia dentro de toda Carta Natal. Quirón representa una herida que llevamos dentro, que sentimos interiormente y nos causa mucho dolor. Es relevante decir que esta herida nadie la percibe, nadie la ve, sólo cada uno de nosotros.

Quirón, al igual que el personaje mitológico, nos muestra dos heridas: la primera surge en el momento de salir al mundo, cuando nacemos; aquí se produce un shock porque venimos de un estado de unidad total dentro del vientre de nuestra madre, donde no nos falta de nada, y salimos a encontrarnos con la dualidad de golpe, donde aparecen numerosas sensaciones y necesidades que tienen que ser cubiertas por otra persona, estamos totalmente indefensos, y lloramos.

La segunda herida podemos verla en el signo y casa donde se encuentre en la carta. Según el signo, podemos ver qué energía nos cuesta manifestar; según la casa, vemos el escenario donde nos duele estar. De esta manera, voy a ir desgranando a Quirón por signo y por casa.

Quirón en Aries, que es análogo a Quirón en Casa 1.

Aries es la energía que nos da fuerza e impulso para salir al mundo. Es un signo de valentía y asertividad, pero si Quirón se encuentra aquí, me duele tomar acción, no me atrevo, pienso que no valgo, que algo falla en mi, no puedo ser independiente, me duele y me duele y no actúo.

Podemos imaginar que viniendo de un estado de unidad en el que no hacía falta hacer nada, ahora la vida me pide que me mueva y, además, deprisa, ya que la energía de Aries es muy activa y luchadora.

Desde el momento del nacimiento se van produciendo situaciones que nos ponen en evidencia para ser valientes y actuar. También pueden aparecer personas que, ciertamente, nos van a intimidar con su energía y nuestro dolor se va a hacer más fuerte. Entonces vamos a tender a proyectar esta energía en los demás y, en lugar de llevar la voz cantante, nos dejaremos llevar por los demás, por lo que quieren, por su lucha.

Pero Quirón en Aries tiene un regalo escondido. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra herida y queremos hacernos cargo de ella, de enfrentarla, nos volvemos unos maestros de la energía del signo donde se encuentra y de la casa, es decir, del escenario donde se halla. Se trata de madurar a Quirón, porque su herida no desaparece nunca. El gran regalo es saber que tenemos el don de poder ayudar a otros a conseguir objetivos, a alentarles hacia sus metas, a que sean valientes y luchen por lo que quieren, a ser independientes. Este don surge de un gran conocimiento de la herida y de saber que, si ayudamos a otros, nos ayudamos a nosotros mismos. Un gran ejemplo de ello sería el oficio de Coach. Sin lugar a dudas, hay una historia detrás de la persona que se dedica al Coaching.

Lola Juan