Mercurio en Virgo, como primer punto, es el regente de este signo, al igual que lo es de Géminis.

¿Qué significa que Mercurio sea regente de Virgo y de Géminis? Pues que la persona es muy mental. El Mercurio de Géminis es intelectual, está siempre pensando en algo y hablando sobre ello; el Mercurio de Virgo no sólo es mental, sino que además se puede volver obsesivo con su tiempo, con su trabajo, con sus vínculos, con su orden de las cosas, en definitiva.

Mercurio es curioso por naturaleza y no se apega a nada; Mercurio en Virgo necesita discernir lo que le conviene y lo que no siendo muy crítico además con lo que no quiere o no cree.

En realidad, esto también puede sucederle a Mercurio cuando está en Géminis, siempre digo que hay que ver la Carta Natal de cada uno y su configuración, pero este comportamiento es más de la energía de Virgo.

Mercurio en Virgo tiene vocación de servicio. De esta configuración pueden salir grandes maestros o investigadores, porque, además, les gusta profundizar y llegar a entender cada detalle del tema que les interesa o en el cual estén trabajando. De ahí que después lleguen a ser personas muy didácticas y se esfuercen por hacerse entender.

Esta configuración planetaria puede estar en cualquier escenario de la vida, es decir, en cualquier Casa Astrológica, con lo cual sabremos en qué área de la vida tendremos esta tendencia.

Mercurio en Virgo se vuelve práctico, objetivo y su acción es desinteresada porque anhela un mundo mejor; para ello da lo mejor de sí a la sociedad y a la tierra. Como observador, es crítico con lo que cree que no funciona e intenta hacer su trabajo lo mejor posible, optimizando sus recursos intelectuales y materiales para perfeccionar lo que, en su juicio, lo necesita.

Mercurio, al estar conectado a la tierra por Virgo, se fija en áreas de investigación relacionadas con la agricultura y/o la salud. Por tanto, dejemos que haga lo que más le gusta puesto que será para el bien mayor de todos, pero que no se obsesione pues han llegado tiempos de muchos cambios repentinos que nos hacen modificar nuestros paradigmas.