En el inicio del nuevo ciclo astrológico y durante los próximos 12 meses, escribiré sobre las particularidades de el planeta Mercurio en cada uno de los signos zodiacales. De esta manera, seguiré un orden a la hora de ver cada uno de los planetas y su combinación con la energía de los signos. Comenzamos por Mercurio en Aries.

Mercurio es uno de los planetas personales, es decir, que su influencia nos llega a cada uno de manera particular y personal. Es el planeta de la comunicación en todos sus aspectos, sea por vía oral, escrita, gestual, comercial o mediante transporte. Mercurio es contacto, y el contacto puede ser a través de esas vías.

Mercurio nos hace pensar, razonar, analizar, discriminar, elegir, investigar, estudiar, enseñar, discernir; por lo tanto, nos vuelve muy mentales.

Dependiendo del signo donde se encuentre, la actividad que nos genera Mercurio puede ser de una manera o de otra, es decir, no es lo mismo tener a Mercurio en un signo de fuego a tenerlo en uno de agua, de tierra o de aire, son muy diferentes.

Si concretamente hablamos de un Mercurio en el signo de Aries, actuaremos de manera impulsiva, incluso agresiva o rápida. Aries es una energía muy activa, pasional, intrépida, inocente en ocasiones (ya que es el primer signo del zodíaco, en el inicio de la primavera, donde todo nace de nuevo, todo surge y florece con alegría y expansión después del invierno, lo que le da un aire infantil, de ahí su inocencia).

Si nos encontramos a una persona con esta configuración planetaria en su Carta Natal, Mercurio en Aries, veremos a alguien que puede hablar muy rápido, con mucha energía, que puede ser alegre o agresivo, depende del momento. Podría tratarse de un excelente Coach por ejemplo, o un político, o un importante hombre de negocios. Por supuesto, también nos podemos encontrar a esa persona que nunca para de hablar y hablar y que no tiene un mensaje específico.

Lo que tiene claro una persona con Mercurio en Aries es que sus intereses están centrados en sí misma. Esta energía puede resultar bastante embaucadora, ya que Mercurio te puede vender cualquier cosa en un periquete.