Casa 5 es la segunda casa de fuego del zodíaco, después de Casa 1 y es el domicilio del signo de Leo, signo de artistas por excelencia en todas las facetas. Esta casa hace a la persona muy individualista, muy centrada en sí misma.
Casa 5 es el ámbito creativo, nuestra autoexpresión, nuestro lado juguetón, las ganas de mostrarnos o, por el contrario, el miedo a ello dependiendo de otros factores en la Carta Natal; nos dice también cómo son nuestros hobbies, lo que más nos gusta hacer, nuestra comida favorita, los romances, los hijos, los triunfos y la alegría de vivir.
Casa 5 funciona desde un lado muy personal, dependiendo del signo que en ella se encuentre, pero siempre actuaremos desde el corazón. Las casas de fuego tienen un componente fresco (puede resultar contradictorio por el fuego, pero no es así), asertivo, valiente, arrogante, infantil, atrevido, juguetón y alegre.
Si la persona no está conectada con su Casa 5, no lo estará con su corazón. A fin de cuentas, el sentimiento puro que nos conecta con nuestra verdadera esencia personal nace del corazón.
¿Qué puede suceder en Casa 5? Ya he comentado que importa mucho qué signo se encuentre ahí, especialmente en la cúspide, pero hay más, la ubicación de determinados planetas será esencial para conocer la personalidad que define a cada individuo. Si se encuentran el Sol, la Luna, Marte, Júpiter o Plutón, la persona será muy individualista e interesada, competitiva y hasta caprichosa, con gran necesidad de que la vean. Por el contrario, si tiene a Saturno o a Quirón, la persona será más tímida, retraída, prudente, miedosa, dedicada a los demás, etc.
Es importante estar bien conectado con esta casa, tener una personalidad propia, permitid que nos vean, mostrarnos alegres, con ganas de vivir.
Un apunte esencial para Casa 5 es señalar la necesidad de que haya un equilibrio justo con Casa 11, la casa de enfrente, más dedicada a que la creatividad, el disfrute y el protagonismo sean compartidos en un grupo de manera que todos puedan destacar por igual desde su individualidad.