Casa 11 nos lleva a un escenario en el que predomina la energía colectiva, de grupo, donde el Yo no es importante, sino el objetivo común por el bien de todos.

Casa 11 es una casa de aire, por tanto, intelectual, de intercambio, de comunicación; aunque aquí la interacción puede ser intuitiva, ya que Casa 11 es el domicilio del signo de Acuario y este signo se relaciona con energías sutiles, con mecanismos que consideramos futuristas sin pensar que también forman parte de nosotros, de tantas habilidades aún por descubrir y que aún no reconocemos.

En Casa 11 actuamos desde nuestra propia individualidad, mostrándonos creativos y expansivos, aunque también depende de la energía que aquí se encuentre, es decir, no es lo mismo la energía sagitariana que la capricorniana o la pisciana, este escenario sería muy diferente, aunque el fin sea también hacer algo por la humanidad porque estamos en territorio transpersonal, más allá de lo personal.

Casa 11 nos enseña a ser solidarios unos con los otros, a compartir experiencias, dones materiales y personales, conocimiento, amigos, ideas, a luchar por los derechos colectivos. Si tenemos muchos planetas en esta casa, nos veremos muy involucrados en los grupos, es importante no olvidarse de nuestra propia individualidad, no sólo por lo que necesita el colectivo.

Casa 11 nos muestra cómo nos diferenciamos de los demás. La energía acuariana predominante en este espacio de la Carta Astral refleja esta característica que nos hace destacar dentro del grupo en el que estemos. Así, si tenemos al Sol, sabremos que podemos ser líderes dentro de un colectivo; si tenemos a la Luna, tendremos cualidades empáticas, afectivas y emocionales; si tenemos a Mercurio destacaremos por nuestra forma de comunicarnos; con Venus seremos encantadores, buscando siempre la concordia; con Marte lucharemos por los ideales; con Júpiter querremos crecer, buscar aventuras y el sentido de la vida, eso sin volvernos fanáticos; si encontramos a Saturno la cosa cambia, sentiremos miedo, necesitaremos tiempo para atrevernos a ser diferentes.

Los planetas transpersonales como Urano, Neptuno y Plutón nos invitarán a transformarnos junto con la humanidad, a adaptarnos a los tiempos, para ser más libres, progresistas, solidarios, trasgresores si hace falta, aprendiendo a desapegarnos de nuestros hábitos inconscientes reconociendo quiénes somos en realidad y luchar por algo en lo que en realidad creemos también.