Recordemos primero que Quirón representa una herida inconsciente que mantenemos viva precisamente por eso, porque es inconsciente y no la sabemos manejar. Hemos de aprender a vivir con ella. Nadie ve esa herida en nosotros, nadie.

Quirón nos lleva a iniciar un camino de crecimiento personal al querer evadirlo. Si en nuestro recorrido hemos sido conscientes de lo que verdaderamente nos regala Quirón, nos volveremos unos maestros justo en el área donde tenemos a este “sanador herido”, convirtiéndonos en unos excelentes terapeutas.

Cuando Quirón se encuentra en Virgo, un signo de tierra y muy mental, cuyo regente es el planeta Mercurio, pensaremos que no tenemos a Mercurio, es decir, que no tenemos la capacidad intelectual de pensar y comunicarnos adecuadamente. Es más, nos sentiremos confusos a la hora de discernir y analizar cualquier asunto, como si nos hubiéramos polarizado hacia el signo de enfrente, Piscis, cuya energía nos confunde.

Por otra parte, Virgo es un signo que confiere una energía dedicada al servicio, haciendo un trabajo rutinario, un trabajo que puede estar relacionado con la salud, alimentación o bienestar; bien sea un médico, enfermera, inspector sanitario, vendedor de productos ecológicos o productor de ellos, incluso científico, por ejemplo, y también podremos pensar que no tenemos capacidades para ello.

Pero lo que hace especial tener a Quirón en Virgo es que nos da la posibilidad de poder darnos cuenta de nuestra herida, observarla, analizarla y discernir lo que más nos conviene.

Un Quirón en Virgo nos dice que podemos tener “alguna cosilla” siempre en nuestro sistema, alguna dolencia, como si fuera una rutina más para este signo. En ese caso, hay que estar más alerta si cabe, pues puede ser de nuevo una polarización hacia Piscis que nos hace vulnerables y sensibles.

Por todo ello, la vida nos pone en el camino oportunidades para sanar, para ver y sentir que nosotros podemos hacernos cargo de nuestra herida y convertirnos en grandes terapeutas que saben ver el dolor ajeno para poder ayudar a comprenderlo y que cada uno pueda hacerse cargo.