Piscis es el movimiento de la energía más pura, es la unidad profunda de todo lo que existe, por ello, es un signo que nos dice que no hay bordes, ni límites, no hay sensación de separación. La frase de Buda “no entraré al nirvana antes de que el último de los seres vivientes lo haya hecho “nos refleja este movimiento.
Piscis es energía de compasión, no de compadecer, sino como identificación; es posiblemente, el signo más empático de todos. Por ello, la energía pisciana es realmente amorosa por su sentido de identificación con todas las formas y aspectos de la vida.
La principal cualidad energética de Piscis es su extrema sensibilidad que resuena con todo lo que existe desde el más profundo sentir. Por tanto, se entiende que esta energía sea de gran sutileza y que le cueste mucho organizarse psicológicamente. Justo lo contrario de su signo opuesto, el ordenadito Virgo. Siempre tenemos enfrente un signo con el cual tenemos que buscar el equilibrio, nos hace de espejo. Piscis también refleja su sensibilidad a Virgo por supuesto, le hace falta para no ser tan analítico.
En Piscis hay una transmisión sin palabras, tiene una capacidad inmensa de identificarse emocionalmente con el entorno y a la vez somatizar esta emocionalidad. Sufre si está entre multitudes porque hay mucha densidad energética, recibe mucha información junta. Puede llegar a marearse. Una persona pisciana puede tener dolor de cabeza cuando en realidad la persona enferma es otra.
Nuestra cultura, nuestra manera de vivir, exige un alto grado de individualismo y de energía de exclusión, esto resulta terrible para Piscis. Un mecanismo de defensa que tiene es encerrarse en sí mismo para evitar toda confrontación, pero ese mecanismo de defensa suele hacer a la persona fanática y ambiciosa. Se vuelve activa y dura, por ejemplo, empresarios, militares, contables, políticos o conferenciantes, generan una energía que se polariza muchísimo.
Piscis tiene un talento especial para todas las artes y para la terapia por su gran sensibilidad. Tiene una gran intuición aunque no sabe bien manejarla. A pesar de su dificultad, la energía pisciana es maravillosa porque es profundamente amorosa y entregada.
Lola Juan
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