Cuando hablamos de la Luna en Cáncer, nos referimos a una configuración planetaria altamente sensible para la persona. Cáncer es uno de los signos de agua y, por lo tanto, un signo que nos habla del manejo de las emociones, pero también es el que rige la Luna. Con todo ello, estamos ante una energía de mucha susceptibilidad e hiper sensibilidad tanto para uno mismo como para los demás.
La persona que tenga esta combinación planetaria en su carta se caracteriza por ser alguien a quien le gusta nutrir, cuidar, atender y resolver conflictos emocionales, pero también necesita que lo hagan por ella. Estos dones forman parte de la personalidad de un Sol en Cáncer, pero aquí adquieren un mayor sentido, tienen mayor intensidad, la energía se incrementa.
Con todo ello, la persona puede experimentar una gran intuición y empatía por lo que siente a su alrededor, una sensación que no es nada fácil de llevar si no se está suficientemente preparado porque puede generar confusión hacia lo que uno siente, e inestabilidad, ya que no se tiene plena consciencia de lo que realmente está pasando. Como siempre digo y recomiendo, una Carta Natal es de gran ayuda para comprender nuestros procesos.
Las emociones cancerianas tienden al recuerdo, por lo que algún momento del presente hace recordar momentos pasados, de esta manera, la persona puede quedarse anclada en una especie de nostalgia; este hecho también puede generar cambios de humor alegres o tristes. La influencia de la figura materna y el estado psíquico hacen que Luna en Cáncer tenga muchas dificultades para asumir su personalidad adulta e independiente. Se vuelve tan influenciable que necesita gente a su alrededor; gente cercana, conocida o familiar que pueda incluso manipular a su conveniencia. No lo hace con mala intención, es una necesidad vital.
Como todo tiende al equilibrio, en la Carta Natal de toda persona se puede ver dónde se encuentra aquel significador que complemente a esta energía de alta permeabilidad. En este caso, un Saturno o Capricornio fuertes le ayudarían a tomar tierra y utilizar de manera práctica la gestión de las emociones, incluso pensar en ello como camino laboral para que otras personas sepan llevar y gestionar bien su mundo emocional.
La meditación y una actitud centrada en el presente son las acciones más recomendadas para Luna en Cáncer, puesto que centran a la persona para que logre encontrar la seguridad interior necesaria para vivir en plenitud.
Lola Juan
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