Casa 8 es una casa de agua, pero no un agua limpia y clara, sino más bien turbia, revuelta. Principalmente nos muestra nuestra “sombra” personal. Es el escenario de la Carta Astral donde podemos ver nuestros miedos, nuestros límites; nuestra peor cara, en definitiva.
Por otra parte, Casa 8 es el espacio de intimidad con otro, especialmente con la pareja, en familia, donde nos mostramos como somos y donde puede aparecer súbitamente esa “sombra”. Aunque los planetas y el signo de la cúspide que aquí se encuentren pueden tener un carácter dulce o solar como sería tener a Venus o la conjunción Luna-Venus, o tener a Libra o a Leo en el inicio de la casa. De esta manera parecería que no hay sombra.
Sin embargo, hablamos más claramente de “sombra” cuando vemos a Saturno, Quirón, Marte o a Plutón situados en Casa 8. Estos planetas nos cuentan que ha habido experiencias dolorosas muy potentes a nivel emocional y, en la edad adulta, queremos ocultar; sin embargo, a medida que hay confianza en una relación, esas emociones guardadas acaban saliendo generando de nuevo mucho dolor. Se hace necesario un proceso de sanación para comprender lo que nos sucede desde el origen.
Desde ese miedo interior surge la necesidad de protegernos y la manera más fácil es intentar llevar las riendas de nuestra vida y de manipular a los demás para poder obtener lo que queremos, pero, sobre todo, es para que nuestra herida se mantenga oculta y no salga nunca.
El verdadero trauma para la persona es no haber sentido amor y protección, todo lo contrario, en algún momento de su vida ha sufrido abusos, soledad o rechazo. Como Casa 8 es un escenario de transformación, de muerte y renacimiento, la persona puede llegar a superar su dolor convirtiéndose en un excelente terapeuta para otras. El reto también está en poder elevar el nivel de conciencia para así ayudar objetivamente sin ejercer ningún poder, ni manipular; el objetivo es crear las condiciones para poder sanar nuestros traumas y evolucionar a nivel personal y complementarnos con otro de forma natural desde el amor.