Casa 6 es una casa de tierra, por lo tanto, tiene que ver con la materia, con lo físico, con el cuerpo, con lo que le sucede al cuerpo, con nuestra manera de llevar nuestras rutinas en el trabajo y en la vida diaria, con el servicio que prestamos a los demás y a nosotros mismos.
En el escenario de Casa 6 nos damos cuenta de que nuestro mundo está delimitado, que no todo es diversión como en la casa anterior; Casa 6 necesita un orden para todo, un discernimiento, una rutina, un análisis, incluso para ser creativos.
Casa 6 es el lugar de la Carta Astral donde nos volvemos más prácticos y realistas, especialmente si tenemos muchos planetas aquí. No hay lugar para la fantasía ni para temas abstractos, sino concretos y tangibles.
Es muy posible que, a la persona que tenga especialmente planetas personales en Casa 6, le cueste mucho adaptarse a los cambios. Esta persona se ha acostumbrado a determinadas rutinas y la vida, como es lógico, se va a encargar de trastocarlas como parte esencial del proceso evolutivo de cada uno de nosotros. No va a quedar más remedio que adaptarse. Suerte que esta casa es mutable y el cambio no será en realidad tan traumático como la persona se cree.
Será muy importante tener en cuenta el signo que da inicio a esta casa, es decir, el signo que se encuentra en la cúspide de Casa 6, ya que será la energía que movilizará las rutinas de la persona.
Casa 6 se caracteriza por ser una casa dedicada al servicio. La persona tiene una capacidad de entrega, humildad y sacrificio enormes, especialmente si tiene a la Luna. Tiene la necesidad de sentirse útil. Por otro lado, cuando hablamos del servicio a uno mismo, nos referimos al cuidado personal, a la importancia que tiene cuidar de la salud de uno mismo.
Siempre hay que tener en cuenta a los planetas que se encuentren en la casa, ya que nos dan mucha información sobre el comportamiento de la persona: unos nos indican que puede haber hasta una obsesión por el cuidado personal y el trabajo y otros todo lo contrario. Es esencial encontrar el equilibrio, en caso contrario, llegará la enfermedad, una manera que tiene el cuerpo de mostrar nuestra incoherencia.