LOS NODOS LUNARES
Los Nodos Lunares son otro aspecto fundamental y específico en el estudio de una Carta Natal. Como bien dice su nombre, tienen que ver con el movimiento de la Luna. Se trata de dos puntos opuestos en nuestra carta que forman un eje (también lo llamamos puntos en oposición porque están uno enfrente del otro). Este eje está formado por la intersección de la órbita lunar y la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Los Nodos lunares tienen un movimiento diferente al de los planetas. Los Nodos se mueven como las agujas de un reloj, mientras que los planetas avanzan por la carta por un orden astrológico que converge en las Casas (astrológicas) del mapa astral de la persona.
Como todo es cíclico, los Nodos de la Luna también. Así, el movimiento completo del eje nodal tarda unos 18 años y medio en producirse. De tal manera que, cada ciclo de este tiempo, representa de nuevo la vivencia de la energía nodal que trajimos marcada en nuestro nacimiento.
Aunque no son planetas, los Nodos de la Luna sí ocupan espacio en una casa y un signo determinados, por tanto, tienen una información que darnos muy relevante. Es más, el eje nodal tiene mucho que ver con la energía que traemos al nacer y la energía con la que hemos de evolucionar.
¿Por qué son tan importantes los Nodos lunares en nuestra Carta Natal? Antes de nada, hay que diferenciarlos como Nodo Sur y Nodo Norte. El Nodo Sur indica el tipo de energía por casa y por signo que traemos de manera inconsciente muy bien aprendida, lo que no nos supone ningún esfuerzo psicológico mostrarla. El Nodo Norte nos marca un sendero de evolución guiándonos a través del lugar donde se encuentra.
Al Nodo Norte se le atribuye la misión del alma, es decir, lo que nuestra alma nos indica para que evolucionemos a través de la casa y el signo. Es importante señalar que el sentido no es olvidarnos de una energía y cambiarla por otra, el mensaje es de complementación. Entender que el inconsciente que traemos tanto a nivel mental como emocional, tiene que evolucionar hacia otros estados y entendimientos más elevados.
A día de hoy, estamos viviendo bajo la influencia del eje Géminis-Sagitario, el signo de Géminis en el Nodo Norte y Sagitario en el Nodo Sur. A cada cual le caerá en una Casa astrológica determinada dependiendo de su Carta Natal. Este eje le denominamos Eje del Conocimiento, pues nos hace ser conscientes de nuestras capacidades intelectuales, de cuáles son nuestras creencias más arraigadas y cómo nos expandimos hacia otros horizontes más allá de nuestro conocimiento.
Géminis en el Nodo Norte nos brinda un camino de aprendizaje evolutivo desde lo tangible, para poder compartirlo escribiendo, hablando, estudiando, enseñando, conectando vínculos a través del conocimiento.
Sagitario en el Nodo Sur nos hace creer que todavía debemos pleitesía a las viejas leyes y creencias de antaño, funciona desde nuestro inconsciente y no nos damos cuenta de que esa influencia ya no nos sirve para evolucionar; hemos de incorporar la frescura geminiana, la curiosidad por todo, la cercanía, sin dogmas ni líderes.
Podemos darnos cuenta de cómo lo estamos viviendo. Ya no nos motiva ningún líder, se han quedado obsoletos, sus leyes nos confunden, nos desorganizan (Nodo Sur en Sagitario). Cada vez se dan más las convocatorias, asambleas o reuniones de grupos afines, que comparten un objetivo común, consciente y coherente con lo que quieren, manteniendo la curiosidad y las ganas de aprender y compartir (Nodo Norte en Géminis).
Pero este eje está llegando a un punto de cambio. Sí, próximamente se producirá un cambio de Eje Nodal, los Nodos se situarán en el eje de las posesiones: Tauro-Escorpio. Escorpio en el Nodo Sur y Tauro en el Nodo Norte.
Escorpio en el Nodo Sur nos seguirá llenando de miedos: miedo a la muerte, miedo a la enfermedad, miedo al desapego, a la pérdida, miedo a transformarnos …pero hemos de abandonar esa idea que nos sumerge en la oscuridad y amarrar bien fuerte al Nodo Norte en Tauro que nos habla de vida, de conexión con la Naturaleza, de valores personales, de autoestima, de formas de ganar bienes materiales y comodidad; eso sí, de una manera diferente, pues se encuentra el original planeta Urano en este signo.
Nos llegan cambios, cambios en nuestras estructuras, no son buenos ni malos, son cambios y llegan para que evolucionemos. La coherencia y la serenidad serán herramientas imprescindibles para gestionar la gran aventura de vivir.