Es Ascendente, es clave.
Es el Ascendente uno de los puntos más importantes e imprescindibles a la hora de estudiar una Carta Natal, vamos a entender por qué.
El Ascendente se obtiene de la hora de nacimiento, que es el momento exacto en que el alma asume el cuerpo físico e inicia su vida terrenal. Por este simple hecho, el Ascendente se relaciona con nuestro personal estilo para empezar cualquier cosa, con la forma en que nos relacionamos y la forma de comportarnos.
La energía de cada signo vibra en una determinada frecuencia y no sólo genera sino que también atrae hacia sí esa misma frecuencia de onda a través de las circunstancias y personas que van apareciendo en nuestra vida, por lo que termina siendo el factor que define el tipo de experiencias personales que debemos enfrentar simplemente porque nos reflejan, nos hacen de espejo, aunque no siempre seamos capaces de reconocer este hecho.
Por tanto, esta frecuencia se convierte en parte de nuestro aprendizaje o lección de vida ya que es la energía que debemos interiorizar y con la que nos tenemos que familiarizar para poder ir pasando de etapa en etapa con madurez. Mientras no lo logremos, quedamos en un continuo desequilibrio interior porque estamos negando parte de nuestra propia naturaleza, ya sea por ignorancia o por prejuicios.
El punto de mayor conflicto se da cuando la vibración del signo del Ascendente no está en armonía con la del signo solar, porque la esencia de la persona (sol) no vibra en la misma sintonía que la energía externa (Ascendente), que las circunstancias y los personajes habituales que su vida le van reflejando. Si no se encuentran en la misma frecuencia nos creará conflicto y muy posiblemente no sepamos por qué, por ello, es necesario tener en cuenta ambas energías de la Carta Natal para poder comprender mejor hacia dónde se encamina nuestro destino.
Lola Juan