Acabo de sacar la carta de este momento del día aquí, en Badajoz, donde vivo. Creo que tenemos un clima muy revuelto en el cielo y se hace evidente en la Tierra. Ya conocemos el dicho “lo que es arriba, es abajo”.
Nos encontramos bajo el influjo de una Luna llena en el signo de Cáncer. Tanto este signo como la Luna nos hablan de emociones. Vemos claramente en la carta que esta luminaria se encuentra en estos momentos en la Casa 3, la casa de los vínculos y de la comunicación en todas sus formas. Pues bien, esta lunita quiere que expresemos lo que sentimos, pero que también nuestro lenguaje sea cercano, amable, cariñoso y nutritivo. Si vibramos con esta energía, seremos capaces de atraer a personas que se vean reflejadas y nos hagan un “feedback” que tanto bien nos puede hacer, pues una Luna en Casa 3 necesita, por sus apegos emocionales, ese contacto de hogar, familiar, que recuerda a la infancia.
La Luna está haciendo oposición, es decir, está frente a frente al trío Venus-Plutón-Sol. Cuando la Luna hace oposición al Sol sabemos que es Luna llena. Está en todo su esplendor, por ello, su influencia se nota muchísimo: podemos volvernos más soñadores, estaremos más sensibles, recordaremos momentos del pasado, podemos quedarnos atrapados en emociones y diversas aflicciones, así que puede no ser tan romántica como parece a pesar de su espectacular belleza.
Sabemos que la Luna es cíclica y tiene sus fases, de hecho, es el planeta (luminaria mejor) más rápido, por lo que cambia de signo en torno a dos días y medio o tres. De este modo, está constantemente cambiando de signo llevándonos a vivir emociones muy cambiantes. A pesar de nuestra Luna natal, los tránsitos de la Luna en nuestro presente generan cambios evidentes.
Como decía, Venus-Plutón-Sol, forman un stellium muy potente que está removiendo mucho a la Luna ya de por sí influenciable y extremadamente sensible. Este trío planetario quiere que pongamos luz y conciencia a los profundos cambios estructurales que estamos viviendo, aunque sean dolorosos, pero profundamente transformadores. Venus nos invita a ver la belleza del proceso con ojos amorosos; nos queda muy poco, otro achuchón más y el año que viene ya sale Plutón de Capricornio con un espíritu totalmente renovado.
Saturno ya hace meses que está en Acuario asentando unas nuevas bases para enfrentar la realidad que nos viene. En esta carta precisamente se encuentra en su domicilio, Casa 10, la casa de los objetivos, todo muy premonitorio.
No quería pasar por alto la importancia de Júpiter y Neptuno en su signo, Piscis. Estos dos regentes del signo oceánico del zodíaco nos muestran tanto en Casa 10 como en Casa 11, una gran influencia espiritual a nivel colectivo, algo que nos conectará con nuestra fe, aunque también se verá que habrá quien quiera seguir con sus propios ideales por la cuadratura que aparece entre Neptuno y Marte en Sagitario.
Siempre doy especial importancia al estudiar una carta a los nodos. El Nodo Norte se encuentra en Casa 12 en el signo de Tauro invitándonos a ir hacia dentro, a conectar con nuestros sentidos, con nuestro cuerpo y a permitir sentir algo nuevo y diferente (por Urano) en nuestra meditación.
En los últimos tiempos nos estamos dando cuenta de que nuestra manera de vivir tiene que cambiar, tiene que ir encaminada a darnos más valor personal y emocional, dejando lo material a un lado. Que incluso nuestra comunicación sea más abierta, libre, centrada en aportar una verdad que sea progresista para todos, que no haya oscuridad, que todo salga a la luz y se limpie, se perdone y nos hermane, porque todos somos lo mismo.